Madrid, 3 junio (EFE).- La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, confía en que el Tribunal Constitucional (TC) avale la decisión del Ejecutivo en funciones de no someterse al control del Congreso después de que la Cámara baja formalizara ayer un conflicto de atribuciones ante el alto tribunal.
En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría ha insistido en que el Ejecutivo, al estar en funciones, no está sometido al control parlamentario ordinario, como, a su juicio, ha pretendido el presidente del Congreso, Patxi López, con una interpretación "maximalista" de la ley.
La vicepresidenta ha explicado que el Gobierno aún no ha recibido la demanda, aunque ha reiterado los argumentos expresados en su día en el trámite de alegaciones.
Sáenz de Santamaría espera que el Constitucional le dé la razón al Gobierno después de que, en su opinión, los grupos de la oposición intentaran someterle a un control "mucho más exhaustivo" del que corresponde a un Ejecutivo en funciones, con competencias limitadas y que además no cuenta con la confianza de la Cámara.
Ha subrayado que existen informes de los servicios jurídicos del Congreso que sólo contemplaban un control "excepcional" y no "ordinario", como pretendían los partidos.
En este contexto "excepcional" enmarca la comparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante el pleno del Congreso en la que dio cuenta del programa de estabilidad europeo.
La vicepresidenta ha recordado además que hay precedentes en el Parlamento andaluz y el vasco en los que no está previsto el control a un gobierno en funciones o incluso está vetado expresamente.
"Sería bueno que a todos se nos aplicaran los mismos criterios", ha destacado.
El Congreso presentó ayer formalmente ante el Tribunal Constitucional un conflicto de atribuciones al entender que el Gobierno puede estar en funciones pero no así la Cámara baja, que mantiene intacta su capacidad de control sobre el Ejecutivo.
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